En la construcción, esta forma de retracción se produce en estructuras de hormigón. Durante el proceso de hidratación, partes del agua de mezcla se unen químicamente. En el estado químicamente unido, el agua en el hormigón tiene un volumen menor que en el momento inicial, lo que afecta el volumen total.
Con la rigidez creciente, las deformaciones se oponen a la resistencia que puede causar tensiones. A partir de este momento, la contracción se denomina contracción autógena.