En los análisis de elementos finitos (FEA), la estructura se descompone en pequeñas subestructuras (elementos finitos). La construcción, que se crea de esta manera y es más similar a la estructura original en sus características esenciales, se conoce como malla de EF. Consta de muchos elementos que pueden diferir en las dimensiones (1D, 2D, 3D) y formas (triángulo, cuadrángulo, tetraedro...).
El tamaño o el número de elementos en la malla es proporcional a la calidad de los resultados. Esto quiere decir: cuanto más pequeños elija los elementos, más cerca estará de los resultados ideales. Esta relación proporcional indirecta también existe entre el tamaño del elemento y la duración del cálculo. Por lo que en la práctica diaria en la ingeniería, se busca que el tamaño del elemento garantice la precisión suficiente y, al mismo tiempo, que el tiempo de cálculo sea aceptable.