Incluso durante eventos climáticos extremos como los huracanes tropicales, las velocidades del viento que ocurren generalmente están muy por debajo de la velocidad del sonido. Esto justifica la suposición simplificada de un fluido incompresible en la mayoría de las simulaciones. La literatura muestra que la influencia de la compresibilidad en parámetros relevantes, como el coeficiente de arrastre, es del orden de un pequeño porcentaje y, por lo tanto, se puede omitir para muchas aplicaciones prácticas. Lo mismo se aplica a los flujos inducidos térmicamente con pequeñas diferencias de densidad, donde la suposición de incompresibilidad también permanece justificada.
Sin embargo, hay límites para esta simplificación: a velocidades muy altas o al simular ondas de presión, como las que ocurren durante las explosiones, la suposición de flujo incompresible ya no es válida. En tales casos, se deben usar modelos más complejos que tengan en cuenta la compresibilidad del fluido para lograr resultados precisos.