Las estructuras de membranas son una alternativa atractiva para el techado de objetos pequeños y grandes: son ligeros, elegantes y eficaces al mismo tiempo. Sin embargo, el cálculo de estructuras de estas características requiere un procedimiento específico debido a que los materiales generalmente usados para tales estructuras carecen, prácticamente, de rigidez a flexión. Solo pueden estar sometidos a tracción. Por lo tanto, determinar el estado de equilibrio inicial es una tarea fundamental de cálculo. La forma de una estructura de membrana no se puede seleccionar libremente, sino que hay que buscarla basándonos en las condiciones de contorno, pretensados y posiblemente también sobrepresiones.
Al diseñar estructuras de membrana, no es posible separar la determinación de la forma del cálculo de pretensado, como se puede hacer en el caso de estructuras rígidas. La forma debe generarse. No obstante, cuando diseña no solo su creatividad no se ve limitada, sino que le aporta una nueva dimensión. Es posible alcanzar una amplia variedad de formas ajustando las condiciones de contorno o el pretensado. La distribución de pretensado óptima es siempre individual. Es el resultado de los requisitos de la estructura.